Hoy os dejamos la crónica que nuestra compañera Esther Vivas escribió para el diario Público sobre el Foro Social Mundial celebrado en Túnez la semana pasada.
Por Esther Vivas
Túnez, la cuna de las revueltas en el mundo árabe, acoge desde hoy y hasta el sábado la celebración del Foro Social Mundial (FSM), el encuentro internacional más importante de movimientos y organizaciones sociales. Y no es casualidad. Los promotores del FSM escogieron dicho país como referente de la Primavera árabe, que dio lugar a la emergencia de nuevos movimientos de contestación no sólo en el norte de África y Oriente Medio sino que “contaminó”, también, el Sur de Europa, especialmente con los indignados en el Estado español, hasta el movimiento occupier en Estados Unidos.
Un nuevo ciclo de protesta que golpeó con fuerza la escena internacional, marcada por la crisis sistémica, y, en particular, los países de la periferia de la Unión Europea sujetos a unas duras medidas de ajuste, recortes y endeudamiento. La Primavera árabe fue un aliento de aire fresco en la larga noche de la crisis, que permitió recuperar la confianza en la acción colectiva, en el “nosotros”. En enero del 2011, Ben Alí, presidente de Túnez, abandonaba el país por la presión de la calle. Un mes más tarde, febrero del 2011, se repetía la historia, Hosni Mubarak, presidente de Egipto, renunciaba y dimitía de su cargo forzado por la movilización social. El mundo árabe, tantas veces estigmatizado desde Occidente, nos daba una lección de democracia. Continua llegint